NEGOCIO EN MARCHA EN TIEMPO DE COVID 19

Como consecuencia del COVID-19 las empresas han tenido interrupciones parciales o totales y por lo tanto hay que tener en consideración su continuidad (en la misma actividad o reinventada en otras líneas de negocios) o cierre. Sobre este particular, nos referiremos a lo previsto en la Norma Internacional de Contabilidad 1, Presentación de Estados Financieros que precisa que, al elaborar los estados financieros, la gerencia evaluará la capacidad que tiene una entidad para continuar en funcionamiento. Una entidad elaborará los estados financieros bajo la hipótesis de negocio en marcha, a menos que la gerencia pretenda liquidar la entidad o cesar en su actividad, o bien no exista otra alternativa más realista que proceder de una de estas formas. Cuando la gerencia, al realizar esta evaluación, sea consciente de la existencia de incertidumbres importantes, relativas a eventos o condiciones que puedan aportar dudas significativas sobre la posibilidad de que la entidad siga funcionando normalmente, procederá a revelarlas en los estados financieros. Cuando una entidad no prepare los estados financieros bajo la hipótesis de negocio en marcha, revelará ese hecho, junto con las hipótesis sobre las que han sido elaborados y las razones por las que la entidad no se considera como un negocio en marcha.

Asimismo, la mencionada norma considera que al evaluar si la hipótesis de negocio en marcha resulta apropiada, la gerencia tendrá en cuenta toda la información disponible sobre el futuro, que deberá cubrir al menos los doce meses siguientes a partir del final del periodo sobre el que se informa, sin limitarse a dicho periodo. El grado de detalle de las consideraciones dependerá de los hechos que se presenten en cada caso. Cuando una entidad tenga un historial de operaciones rentable, así como un pronto acceso a recursos financieros, la entidad podrá concluir que la utilización de la hipótesis de negocio en marcha es apropiada, sin realizar un análisis detallado. En otros casos, puede ser necesario que la gerencia, antes de convencerse a sí misma de que la hipótesis de negocio en marcha es apropiada, deba ponderar una amplia gama de factores relacionados con la rentabilidad actual y esperada, el calendario de pagos de la deuda y las fuentes potenciales de sustitución de la financiación existente.

En el Perú, la Superintendencia del Mercado de Valores con fecha 25 de mayo de 2020 ha publicado la circular N° 140-2020-SMV/11.11 “Impacto de la pandemia y crisis por el COVID-19 en los Estados Financieros de las sociedades con valores inscritos en el Registro Público del Mercado de Valores – Principales consideraciones y recomendaciones en la evaluación de riesgos, en las mediciones, estimaciones y revelaciones de los estados financieros elaborados según NIIF”.

Sobre el particular, se entiende que hay preocupación de la mencionada Superintendencia sobre la presentación de la información financiera de las empresas y sus efectos al cierre del ejercicio 2020 y siguientes. Asimismo, queda de manifiesto que la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera y que son los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados en el Perú tienen incidencia en la preparación y presentación de los estados financieros. 

Finalmente, debemos estar alerta de los avances del COVID-19 y cuáles serían los juicios y revelaciones que tienen que realizarse hasta la fecha de los estados financieros, debido a que no todas se verán afectadas de la misma manera.

Luis Acosta Peche
Socio Gerente
Russell Bedford Perú

 

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